La Comunicación
en el proceso de enseñanza aprendizaje
La comunicación en el proceso de enseñanza aprendizaje constituye un elemento
de suma importancia pues, para el logro de un aprendizaje significativo y
construcción de conocimiento es imprescindible la intercomunicación efectiva
entre facilitador - alumnos, alumnos – alumnos lo que facilita el procesamiento
de la información.
Revisaremos algunas definiciones de comunicación aportadas por diferentes
autores, que indudablemente, nos ayudarán a entender la comunicación en el
proceso de enseñanza aprendizaje.
Según A. Sherkovin comunicación es un proceso de intercambio de
informaciones que contiene los reflejos de la realidad por parte de las
personas, parte inseparable del ser social y medio de formación y
funcionamiento de conciencia individual y social.
Ricardo Noceda define la comunicación como el proceso mediante. el cual un
individuo entra en cooperación mental con otro hasta que ambos alcancen
conciencia común.
José Martín Barbero sostiene que la comunicación es hacer posible que unos
hombres reconozcan a otros y ello en doble sentido les reconozcan el derecho a
vivir y pensar diferente y se reconozcan como hombres en esa diferencia.
Weaber y Shanon formularon su teoría de la educación a mediados del siglo
XX. Esta teoría buscaba sobre todo una transmisión eficaz de los mensajes a
partir del análisis y control de los diferentes tipos de señales que van desde
el emisor al receptor. Su impacto en el mundo educativo, y particularmente en
la Tecnología Educativa, se produjo a partir de la consideración del proceso
educativo como un proceso de comunicación, que debía realizarse de manera
eficaz para mejorar los aprendizajes de los estudiantes (Fernández y Sarramona:
1977).
Uno de los autores que se destaca en América Latina alrededor de los años
60 es Paulo Freire. Para Freire. comunicación y educación son dos procesos
similares horizontales y no autoritarios. Concibe el proceso educativo sobre la
base de la comunicación estrecha entre los participantes del diálogo entre
profesor y alumnos, los cuales establecen entre sí una comunicación que los
enriquece mutuamente, al transformarse constantemente en emisores y/o
perceptores de los mensajes pero, principalmente, co – aprendices, los cuales
son compartidos para el logro de un fin educativo común.
Entonces, la comunicación como un intercambio de ideas, necesidades,
información, deseos entre dos o más personas (Fernández y Sarramona: 1977 constituye
una acción necesaria en el proceso de enseñanza –aprendizaje, además, la
comunicación de la información es el último paso en la interiorización de los
contenidos a través del diálogo, debates, otras estrategia y técnicas de
procesamiento de datos e información.
La educación a través de los años, se ha caracterizado por ser autoritaria
y unidireccional y por tanto, no participativa ( González, 1995:1). Efectivamente,
con mucha frecuencia observamos las clases tradicionales: Un profesor/a al
frente de un grupo de estudiantes explicando toda una hora de clases y un grupo
de estudiantes pasivos escuchan, sin tomar notas, pues este procedimiento tan
importante en el proceso, muchas veces no es enseñado para ser aplicado
efectivamente.
Uno de los grandes vacíos de nuestra educación ha sido el poco énfasis dado
al discurso oral con nuestros estudiantes. Muy pocas oportunidades se dan al
estudiante para comunicar opiniones, para intercambiar información e ideas,
para debatir y solucionar problemas mediante la discusión. Desde el quehacer
educativo en el aula hasta las formas evaluativas, todas se caracterizan por
desarrollar la expresión escrita en sus diferentes manifestaciones. No así, la
expresión oral por parte de los estudiantes, aunque, es con la palabra que
obtendremos un empleo, es con la palabra con la que debemos dirigirnos a
nuestros semejantes y es mediante la palabra que nos damos a conocer. Son las
pequeñas palabras las que nos abrirán grandes puertas. La palabra es
fundamental en esta época de cambio y transición, sostiene Katia (Katia
Calderón Herrera, 2006).
En consecuencia, es importante garantizar la capacitación docente en
métodos efectivos de enseñanza en la orientación real de una comunicación
eficaz docente discente. Si se desea lograr una verdadera comunicación
interpersonal y un verdadero aprendizaje, se debe atender el aprendizaje significativo.
Este aprendizaje alude más al plano personal: desarrollo de la capacidad
narrativa y oratoria, desarrollo de la inteligencia y creatividad a través del
pensamiento divergente. El pensamiento divergente se refiere al pensamiento que
trata de buscar todas las soluciones posibles ante un problema.
Aparte de lo anterior, otros autores
consideran la comunicación como un
proceso interactivo entre dos o más sujetos, la influencia que se ejerce es
mutua, por lo tanto, el que brinda la información como el que la recibe se
modifican en el proceso. La comunicación si no se da mediante el diálogo, no es
comunicación, sino tan sólo información o difusión. Se espera entonces, que la comunicación educativa sea participativa,
dialógica, horizontal, bidireccional.
Creemos que es imprescindible ofrecer al estudiante la posibilidad de
expresarse a través de cualquier medio para que logre potenciar sus
capacidades.(Arthur Noguerol,1998). Y es aquí donde entra en juego la
orientación sobre el perfeccionamiento en la metodología de la enseñanza y del
aprendizaje en el aula, lo que implica mayor capacitación para que los docentes
puedan incentivar, una comunicación eficaz en el proceso educativo
Desde esta perspectiva, los trabajos
de grupo, de pares, cumplen su función plena cuando se relacionan con la
posibilidad de comunicar lo que se ha captado y da posibilidad al estudiante a comunicar
y expresar lo que observa, lo que entiende, lo que siente, lo que escucha para
que la información luego de ser captada y procesada, sea interiorizada, de tal
forma que pueda ser reformulada
personalmente y pueda ser interpretada por el que aprende.
Así pues, el docente puede aplicar técnicas para estimular la comunicación,
los intercambios, las vivencias interpersonales, pero no sólo con los recursos
técnicos logrará su objetivo, sino que también dependerá de su actitud,
aptitud, competencias y principalmente de su capacidad para mantenerse en un
aprendizaje permanente tomando en cuenta lo vertiginoso de los cambios en el
ámbito educativo y la información.
En contraste con la concepción tradicional de enseñanza, la concepción
actual considera que la principal función del docente es estimular la
participación activa y crítica de los alumnos, cooperando con ellos,
conduciendo la actividad de los diferentes grupos que se forman para la
consecución de un objetivo de aprendizaje, orientando la resolución de
problemas, guiando a los alumnos para que asuman su responsabilidad en el
proceso de estudio y aprendizaje.
Lo expresado anteriormente implica por parte del docente una mayor
capacitación pedagógica, responsabilidad sobre su rol de mediador de una
comunicación efectiva en el salón de clases y fuera de ella. y sobretodo,
reflexionar sobre la necesidad de disponer de una variedad de técnicas y adoptar actitudes que permitan cumplir
eficazmente su misión. La formación personal integral del docente es
importante, tanto en la preparación
académica que se refiere al conocimiento de la materia que debe enseñar como en
la formación pedagógica que se refiere
al adecuado empleo de técnicas, recursos de enseñanzas, técnicas y estrategias
de comunicación efectiva en el aula.
Mgtr. Ivett Eliana Alvarez Moscoso
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