Existe un gran interés por enseñar los Métodos de Estudio, Técnicas de Estudio y Estrategias de Aprendizaje, desde las aulas de clases. No hay duda, la ejercitación de los procedimientos para que el estudiante logre realmente ser competente, se debe realizar desde las áreas curriculares.
Desde
hace un tiempo a esta parte, ya existen propuestas encaminadas a considerar que
estos procedimientos sean enseñados dentro de la dinámica áulica. “En la
organización escolar hasta el final de la pre media, es conveniente dar
prioridad a los aspectos relacionados con los procedimientos tales como, las
Estrategias de Aprendizaje, Métodos de Estudio y Técnicas de Estudio” Noguerol
(1988).
Entonces,
replantearemos la Metodología del Estudio definiéndola como una organización
sistemática de los contenidos programáticos de Métodos de estudio, Técnicas de
Estudio y Estrategias de Aprendizaje, cuyo objetivo primordial es brindar las
herramientas necesarias a los docentes y estudiantes para un encuentro
pedagógico efectivo en la interacción docente-discente.
Investigadores
del tema, afirman que no se puede hablar
de comprender, hablar, leer, escribir, resumir o cualquier otro
procedimiento como habilidades generales, sino existe una relación con la
materia concreta de estudio, de allí, surge la necesidad de que todo docente tanto de nivel primario,
secundario como universitario, sea competente en el aprendizaje, enseñanza y
aplicación de estos procedimientos. Por lo tanto, es necesario, un cambio que
implique centrarse en lo que el estudiante tiene que hacer para aprender y no
lo que hace el profesor solamente para enseñar.
La
estructura cognoscitiva de estos procedimientos está dada por los métodos de
estudio, técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje que el estudiante
utiliza para procesar los distintos tipos de información que le llegan, y que
pasan por tres momentos: la captación de la información (entrada de la
información), su reestructuración (interiorización) y la comunicación
(recuperación y utilización), así también se produce una estructura social que
conforma el marco donde se produce el aprendizaje.
Existen diferentes modelos de programas
de estudio que han surgido y que han sido analizados en un interesante trabajo
realizado por (Robyack y Patton 1977 En: Alvarez et. Al.1988 ) en un intento de
categorizar las distintas experiencias aparecidas a lo largo de los 50 años.
De
modo que, muchos programas de intervención se han realizado con el objetivo de
suplir las carencias en el estudio y aprendizaje, pero, la falta de
fundamentación no permitía determinar los factores causales de tales carencias,
sin embargo, estos programas, adolecieron de la inseparable conexión
estudio-aprendizaje.
El
primero, es el Modelo de Habilidades
para el Estudio que se fundamentó en el supuesto, que el deficiente rendimiento
académico del alumno depende de la existencia de inadecuadas habilidades de
estudio y que pueden ser remediadas mediante la instrucción efectiva de métodos
y técnicas de estudio.
Según
(Roberts 1981 En: Alvarez et. Al 1988), las habilidades de estudio no pueden
entenderse como un simple medio para adquirir nuevos conocimientos, sino que,
son un fin en sí mismas para que el alumno sepa cómo aprender. Por tal razón,
cualquier programa de Métodos de Estudio debe ir más allá de facilitar unas
habilidades para informarse y comunicarse
.
Las investigaciones
realizadas, se han apoyado en dos argumentos fundamentales: la ausencia de
habilidades, consideradas como determinantes, de los resultados académicos y la
hipótesis de la necesidad de adquirir efectivas técnicas de estudios, para que
el alumno mejore su rendimiento académico. Pero, debido a investigaciones
realizadas en la década de los 60 por Entwisle y Weigel se comprueba que el
alumno consigue aprender a realizar un esquema, por ejemplo, pero no realiza
los esquemas en sus estudios. Podríamos suponer que no existe un seguimiento de
este aprendizaje por parte de los docentes.
El modelo de Habilidades
para el Estudio, a pesar de sus deficiencias por inadecuado diagnóstico,
ausencia o inadecuación del tipo de materiales prácticos, escasa duración de la
instrucción, escaso compromiso del equipo educativo, en su planteamiento y
ejecución, lo transforma en un programa marginal, es un modelo que se ha
extendido como actividad complementaria realizado por un “tutor o contratado”
muchas veces a nivel privado de los cuales se benefician solamente aquellos que
económicamente pueden acceder a estas modalidades de adquirir técnicas para el
estudio
.
Otro,
es el Modelo de Ayuda Psicológica en el estudio, y parte de la tesis de que las
características personales del alumno (dimensión afectiva) interaccionan con la
metodología del estudio en el proceso que conduce a un determinado nivel de
aprendizaje y rendimiento. El análisis de este modelo arroja que en muchos
alumnos con probada ineficacia en el estudio, se producen cambios importantes,
cuando se altera su patrón de conducta, es decir, de inadecuados patrones de
conducta a adecuados patrones de conductas.
Finalmente, está el Modelo
Integrado de Programas de Métodos de Estudio, que considera que los alumnos se
ubican en un continuum, que va desde los que no conocen y no usan las técnicas
adecuadas de aprendizaje y estudio, hasta los que las conocen, pero no las
usan.
Un
Programa Integrado, es aquel que atiende el caudal de conocimiento aportado por
las investigaciones sobre Estrategias de Aprendizaje. En este programa, se
intenta proponer acciones de instrucción que tomen en consideración la
naturaleza de los procesos involucrados en la adquisición, representación y
recuperación del conocimiento.
Un
Programa Integrado se basa en diferentes estrategias: las Estrategias Primarias
que se refieren a la relación directa del estudiante con el contenido y el proceso de adquisición y manejo de la
información; las Estrategias de Apoyo que facilitan al alumno el establecimiento
de sus metas, la planificación de su aprendizaje y estudio, el logro de la
concentración y el control y diagnóstico de su propio progreso y el tercer tipo
de estrategias se refiere a las Estrategias Motivacionales, encaminadas a
ayudar al alumno a internalizar su responsabilidad y finalmente están las
Estrategias Institucionales que tienen que ver con el conjunto de medidas que
los diferentes agentes docentes (profesor, institución educativa,
administración educativa), deben adoptar a fin de facilitar un contexto
institucional de aprendizaje, lo menos restrictivo posible.
Señala (Ford 1980 En: Alvarez et. Al. 1988), que existen dos tipos de
enfoques a la hora de determinar los contenidos de un programa de estudio: el
enfoque prescriptivo que asume que existe un claro conjunto establecido de
conocimientos sobre el tema y, por tanto, puede prescribirse, la manera
correcta de estudiar y el enfoque de exploración y auto concienciación, que es
el que realmente interesa y que tiene
como objetivo, hacer consciente al alumno, de los requisitos para el estudio y
aprendizaje y que comprenda su propio proceso (metacognición) como
pre-condición para el desarrollo de un permanente progreso. (Gibbs 1977 En:
Alvarez et. Al.), argumenta que este enfoque permite que el alumno pueda
determinar sus aciertos y errores, a la luz de los requisitos del estudio y
además, que éste, se anime a explorar formas de progreso a partir de su situación
real en forma independiente.
Otro
aspecto a tomar en cuenta en el diseño de un programa, es el diagnóstico de las
necesidades sentidas, tanto por estudiantes, como por profesores y autoridades
ejecutivas del centro educativo. Alvarez y colaboradores sostienen que en este
diagnóstico de necesidades, se deben considerar dos situaciones diferentes. Por
una parte, la imagen ideal, o sea el nivel de conocimiento y conducta tanto por
los alumnos, como por los profesores, sobre los diferentes aspectos sometidos a
diagnóstico o evaluación inicial. De otra parte, la imagen real, a partir del
análisis del uso que de tales conocimientos o conductas, se hacen.
Con
respecto a la secuenciación de las actividades es preciso regirse por el
principio general en cualquier diseño de instrucción, este principio defiende
la posición de que no se puede dar por supuesto el hecho de que los alumnos ya
deben dominar ciertas habilidades.
Como
último aspecto, se debe tomar en consideración a la hora del diseño de un
programa de métodos de estudio, los criterios y procedimientos de evaluación.
Así, como se manifestó en párrafos anteriores, la calificación no debe ser
único criterio de eficacia, lo importante es la implicación del propio alumno
en dicho proceso de evaluación con la ayuda de estrategias de autocontrol. La
evaluación debe centrarse en el proceso, más que en el producto fi
Luego
de revisar el diseño del programa, también es prudente hablar sobre los
diferentes formatos sobre un programa de métodos de estudio. “Un diseño es
mucho más que un temario, mucho más que una buena selección de recursos
educativos. Es la expresión de un plan organizacional cuyo fin es producir
condiciones para que sucedan comportamientos necesarios” Blake(2001).
Un
formato de programa de métodos de estudio se sustenta en la idea de que el
proceso de estudio y aprendizaje no pueden ser separados, el programa general docente
debe incluir todo lo que se refiere a la metodología de estudio y, en
consecuencia, el profesor es el único responsable de su ejecución. Este trabajo
adquiere mayor relevancia en estos momentos en que se pretende brindar a los
estudiantes, una formación por competencias, dado el carácter integral que debe
presidir toda acción educativa.
Los
formatos que existen y que se ofrecen en algunas instituciones educativas son
las siguiente: como curso introductorio desarrollado al comienzo de un nuevo
ciclo; como curso introductorio, más una acción de refuerzo a lo largo del
ciclo; como curso intensivo al finalizar el primer trimestre de cada curso; como
curso general a lo largo de todo el año lectivo. Este último, permite adecuar
la secuencia de ejecución a la gradual introducción de nuevas exigencias de
mayor complejidad en el programa docente y como curso de acción tutorial dentro
de un programa general de orientación educativa. Esta modalidad toma en
consideración otra serie de objetivos cuyo logro incrementará los efectos del
propio curso al poner su énfasis en el área de la dinámica personal del alumno.
Lógicamente que, de
acuerdo al carácter de formación docente que implica aprender para enseñar a
futuras generaciones, la alternativa que
nuestros alumnos necesitan es
recibir la orientación como curso
general a lo largo de todo el año lectivo”, pues, si se trata de cambios de
paradigma de la mera instrucción a aprender a hacer, para enseñar, se habla
entonces de un proceso largo de acomodo, de enfrentar cambios y asimilar la
importancia del carácter pedagógico de la enseñanza.
“Un
nuevo paradigma de la formación docente implica la visión de que el que enseña
y el que aprende construyen juntos intersubjetivamente aprendizaje…” “aprendemos a aprender para
convertirnos en aprendices autónomos.” Bromberg
et. Al. (2007)
Desde esta perspectiva un programa de
Metodología del Estudio basado en
Estrategias de Aprendizaje, Métodos de Estudio y Técnicas de Estudio integra
todas las herramientas didácticas –metodológicas que permiten al docente
facilitar el proceso de enseñanza de procedimientos, y al estudiante, el
proceso de Estudio y Aprendizaje. Así, ambos van al encuentro de ese momento
pedagógico en el que estudiantes y docente se favorecen con una interacción efectiva.
Instamos a
las autoridades educativas panameñas reflexionar al respecto y considerar una
enseñanza institucionalizada de procedimientos que ayuden al estudiante a
aprender significativamente y aprehender el conocimiento en forma reflexiva y
activa.
LA AUTENTICA
EDUCACIÓN ES CUANDO EDUCADORES Y EDUCANDOS SE PONEN EN UN ESTADO DE COMUNICACIÓN
ACTIVA, CADA UNO VA AL ENCUENTRO DEL OTRO”. (Francisco Gutierrez)
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