domingo, 17 de abril de 2016

ENSEÑAR A APRENDER Y APRENDER A ESTUDIAR DESDE LA DINÁMICA ÁULICA


Los intentos por mejorar la calidad de la Educación en los diferentes niveles académicos, tanto en el ámbito nacional como internacional, ha sido una preocupación constante. De allí que las últimas iniciativas en el ámbito latinoamericano, son las Metas 2021: “La Educación que queremos para la generación de los bicentenarios” (2011 – 2021)  acordadas en la XVIII Conferencia Iberoamericana de Educación (El Salvador, mayo 2008).

Una de estas intenciones se centra en la cuestión pedagógica  tanto en los niveles básicos como en la Educación Superior donde los problemas que presenta el estudiante al enfrentar el trabajo intelectual académico son evidentes. Según estudios e información revisada, el estudiante universitario desconoce cómo aplicar herramientas adecuadas que le permita tomar control de su aprendizaje, lo que refleja la carencia de procedimientos en el estudio y aprendizaje que arrastra de  los niveles básicos.

En uno  de los encuentros que se han realizado para mejorar la Educación a nivel latinoamericano, se planteó textualmente lo siguiente:

“El tradicional énfasis dado en el campo educativo a la cuestión financiera y presupuestaria (entendida usualmente como más recursos y no también como mejor uso de dichos recursos), y el énfasis dado en los últimos años a la cuestión administrativa y, más recientemente, a la dotación de computadoras en el ámbito escolar, han contribuido a sepultar los aspectos sustantivos de la educación: el para qué, qué y cómo se enseña, el para qué, qué y cómo se aprende. De nada sirve una gran infraestructura y un magnífico equipamiento, sin proyecto pedagógico y sin sujetos y relaciones capaces de encarnarlo. La cuestión curricular y la cuestión pedagógica, estrechamente vinculadas, han ocupado y siguen ocupando los últimos lugares – en vez de los primeros - de la preocupación educativa”. II Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación Parar Todos (Buenos Aires  septiembre 2010.

Lo antes expuesto, nos deja una profunda reflexión que nos lleva a pensar que lamentablemente se desvincula la cuestión Curricular de la cuestión Pedagógica, y muchas veces se ha comprobado que la atención al aprendizaje y al estudio siguen siendo descuidadas. Centrarse en lo pedagógico, es importante , y cobra relevancia en los procesos de Transformación Curricular que se han intentado y que siguen desarrollándose en estos momentos en nuestro país, pues, estos procesos, llevan implícito mejorar varios aspectos de la realidad educativa, una de ellas, con la implementación de la jornada Extendida (JE) o Jornada Única (JU), es mejorar la calidad de la educación a través del aprovechamiento efectivo del tiempo  y suponemos también que se intentará hacer cambios profundos en la pedagogía misma a nivel del salón de clases. De igual forma, hay que tener muy presente que los nuevos programas basados en la  formación por competencias, exigen que docentes y estudiantes se encuentren en un punto pedagógico en el que ambos deben prepararse: para enseñar a aprender (docente) aprender a estudiar y aprender a aprender (estudiante).

Es la era de una nueva escuela, de nuevas formas de aprender y enseñar: “La escuela innovadora fundamentada en la comprensión de los conocimientos, en la importancia de los procesos, en las formas de organización del alumnado basado en la autogestión” (Antoni Zabala, Laia Arnau, 2007.

De tal manera que, el nuevo paradigma nos exige a los educadores tener siempre en cuenta que el estudiante es el protagonista  del proceso de enseñanza aprendizaje. Efectivamente, el alumno al ser un autogestor de sus tareas de aprendizaje y estudio, puede aprehender el conocimiento en una forma comprensiva, dejando de lado el aprendizaje y estudio memorístico, repetitivo y mecánico. Para que esto realmente suceda, es necesaria una revolución pedagógica cuya finalidad sea capacitar al docente en el qué hacer y cómo hacer que el estudiante sea un autogestor de su aprendizaje  en el salón de clases.

De acuerdo a la revisión de investigaciones realizadas sobre el tema tanto a nivel nacional como internacional, las deficiencias que presentan los alumnos en su estudio y aprendizaje, entre otros, se debe al desconocimiento y falta de aplicación de procedimientos que le faciliten el estudio y aprendizaje  para lograr además de muchas otras competencias, la comprensión lectora, análisis interpretación. etc.

Los autores de estas investigaciones concuerdan en que el arte de estudiar y aprender, al igual que toda disciplina, para su dominio, requiere del conocimiento de estrategias, métodos, técnicas y por supuesto, perseverancia en su aplicación. Además, concuerdan éstos, que aunque estas herramientas no se contemplen como contenido en la planificación de las actividades escolares, deberían formar parte de la metodología en el aula de clases. Sin embargo, muchas veces no formar parte de la metodología a nivel del salón de clases por desconocimiento  de ( el qué) y (el cómo)  desarrollarlos en clases.

Es por ello, que desde la perspectiva de nuestra experiencia académica y profesional en todos los niveles académicos, me insta a proponer que cada uno de nosotros  nos hagamos las siguientes preguntas:

  • ¿Conocemos y sabemos procedimientos que ayuden al estudio y aprendizaje del estudiante?
  • ¿Proponemos procedimientos de estudio y aprendizaje en nuestra clase?
  • ¿Qué procedimientos para el estudio y el aprendizaje desarrollamos en el desempeño de nuestras clases.
  • ¿Cómo los enseñamos?

Por otro lado, es pertinente señalar que la prueba Pisa explicita con gran precisión las competencias que debe alcanzar el estudiante, entre ellas: pensar, razonar, argumentar y comunicar verbalmente, por escrito y matemáticamente; modelar, plantear y resolver problemas; representar, utilizar lenguajes simbólicos y formales y también herramientas de apoyo. Estas competencias se circunscriben  a tres niveles de desarrollo creciente: reproducir, conectar, aplicar y reflexionar. Este conjunto de habilidades es coherente con las nuevas intenciones de mejorar la educación pero, lamentablemente, muy distantes de las prácticas escolares.

A modo de conclusión podemos señalar que es necesario poner atención en los aspectos  pedagógicos para mejorar la calidad de nuestra educación y establecer políticas de estado en lo que se refiere a la capacitación pedagógica de los docentes. De igual manera se amerita que los procedimientos utilizados para que el estudiante aprenda a estudiar y aprenda a aprender formen parte de un eje transversal en el currículo pues estos se acercan en gran medida a los requerimientos de la Prueba Pisa y Perce.

Magister Ivett Eliana Alvarez Moscoso

Consultora EducativaAcadémica                                                                                                                        Estudios en la Universidad de Concepción Chile                                                                                  Graduada de la Universidad de Panamá

No hay comentarios:

Publicar un comentario