Magister Ivette Eliana Alvarez Moscoso
Consultora educativa y Académica Estudios en la Universidad de Concepción –Chile Graduada en la Universidad de Panamá
El
informe titulado “La educación encierra un tesoro” habla de los 5 pilares del
aprendizaje y la educación a lo largo de la vida: aprender a aprender, aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a ser, aprender a convivir. Además de estos principios del
siglo XXI, surgen otros conceptos, tales como, desaprender y reaprender que
deben formar parte de la educación integral. Estos conceptos están relacionados con la actitud del que aprende, por lo tanto, he aquí, una idea general de lo que
cada concepto implica y significa. (Delors,1997 En: Tünnermann,1998).
APRENDER A APRENDER
Realmente,
Aprender a Aprender es un concepto que está en boga, las primeras inquietudes
que surgieron al respecto fue que, si se puede aprender a aprender y si los
profesores podrían enseñar a aprender.
De las investigaciones realizadas al respecto, se concluyó que sí, se puede
aprender a aprender, en realidad, es un proceso continuo, se aprende a fijar la
atención, a prever y a establecer hipótesis, a dominar algo mediante una
repetición, práctica y otros.
Aprender a aprender es una idea que fue
citada por Rousseau, quien aspiraba a desarrollar actitudes y métodos de
aprendizaje separadas de la enseñanza formal, antes de la adquisición de
conocimientos. En cambio los actuales teóricos parten de la premisa de que
aprender a aprender es una capacidad que debe desarrollarse simultáneamente con
la experiencia de aprendizaje, así, la enseñanza de las habilidades para el
estudio deben ser parte del currículo, con el fin de que los estudiantes
aprendan a buscar información cuando la necesita y de independizarse
progresivamente de los profesores.
El concepto Aprender a Aprender insta al individuo a
ejercitar su potencial cognoscitivo, como la facultad intrínsecamente humana de
utilizar su memoria asociativa, a lo largo de toda su vida mediante un
aprendizaje permanente.
“Aprender a aprender depende del
desarrollo de un séptimo sentido, es desarrollar la metacognición que es la conciencia que adquiere el estudiante, de sus propios procesos
mentales Nisbet y Schucksmith (1992). Se
trata de buscar los caminos para planificar, examinar sus propias
realizaciones, identificar las causas de las dificultades, verificar, evaluar,
revisar y ensayar para lograr un aprendizaje significativo que le permita
resolver problemas de la vida escolar y cotidiana. Así, “volver conscientes los
procesos de aprendizaje, es el modo de Aprender a Aprender” Rey (1993).Pero, el docente debe acompañar al estudiante en este proceso con metodologías adecuadas con el fin de evaluarlo permanentemente.
Frida Díaz Barriga plantea que: Aprender a Aprender, implica la capacidad de reflexionar en la forma en que se aprende y actuar en consecuencia, autorregulando el propio proceso de aprendizaje mediante estrategias flexibles y apropiadas.
Este
concepto data de mucho tiempo, pero en
la década del 90 adquiere relevancia con la variante de que este proceso debe
darse en el contexto del proceso de enseñanza aprendizaje, en el aula y fuera
de ella. Ante esta información, nos surge la pregunta: Pudimos los docentes
asimilar, entender y comprender este concepto para poder llevarlo a la práctica
áulica? O se quedó en el olvido como una simple oleada de moda? Creemos que no
se logró asimilarlo, aprenderlo, practicarlo, ni menos llevarlo a la práctica áulica.
APRENDER
A HACER
Siguiendo con los pilares de la
educación del siglo XXI, el concepto Aprender a Hacer, se encuentra
estrechamente vinculado con la formación profesional del educador, cuya base
está en responder la siguiente pregunta, ¿Cómo enseñar al educando a poner en
prácticas sus conocimientos? De acuerdo a Avolio de Cols (1979), el saber
procedimental es de tipo práctico, porque está basado en la realización de
varias acciones y es en este punto, donde la Metodología del Estudio centrada en
Métodos Técnicas y Estrategias, entra a jugar un papel importante en el
aprendizaje significativo del estudiante.
Es importante señalar que los
procedimientos (habilidades y destrezas) pueden ser definidos como un conjunto
de acciones ordenadas dirigidas hacia la consecución de una meta determinada.
El aprendizaje de los procedimientos, o el desarrollo de la competencia
procedimental, en términos generales, es un proceso gradual en el que deben
considerarse las dimensiones desde los momentos iniciales de aprendizaje hasta
los finales del mismo.
Nos preguntamos:
¿Estamos enseñando a nuestros
estudiantes a poner en práctica en la vida diaria lo que aprende?
¿Las metodologías utilizadas en el aula
realmente son las adecuadas para lograr el objetivo de “Aprender a Hacer?
APRENDER A SER
Aprender a ser, se relaciona con los
contenidos actitudinales del currículo y con la competencia de las actitudes.
Las actitudes son constructos que median nuestras acciones y que se encuentran
compuestas de tres elementos básicos: un componente cognitivo, un componente
afectivo y un componente conductual.
El aprendizaje de actitudes es un
proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores, tales como: las
experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas,
la información y experiencias novedosas y el contexto sociocultural
(instituciones, los medios, y las representaciones colectivas).
Para cumplir con este principio también
debemos utilizar metodologías adecuadas en el aula que permitan a los estudiantes
practicar el “Aprender a Ser”.
Aprender a ser es lograr un desarrollo
óptimo de la personalidad de tal manera que, sitúe al individuo en condiciones
de obrar con creciente capacidad, autonomía de juicio y responsabilidad
personal frente a la vida.
En el ámbito escolar esto se logra
transformando el espacio áulico en una micro sociedad en donde el estudiante a
través de sus experiencias activas en el proceso de enseñanza y aprendizaje,
vaya aprendiendo los valores comportamientos y actitudes positivos que requiere
la sociedad.
Nos preguntamos:
¿ Podrá “Aprender a Ser” un estudiante
que permanece pasivo en el salón de clases. Sin oportunidad de participación
activa?
¿Podrá “ Aprender a Ser” un estudiante
que no tiene la oportunidad de expresar sus propias ideas y donde la última
palabra la tiene el docente?
Podrá “Aprender a Ser” un estudiante el
cual no tiene la oportunidad de trabajar en grupo en el salón de clases? Al que
se le imponen metodologías de enseñanza que no le permiten aprender nuevos
valores y a practicarlos en el ámbito de esta micro sociedad?
APRENDER A
CONVIVIR
Aprender a convivir va muy ligada al "Aprender a Ser", es aprender a vivir
en armonía, desarrollando la comprensión del otro, la percepción de las formas
de interdependencia, realizando proyectos en común y preparándose para tratar
los conflictos, respetando los valores de pluralismo, comprensión y mutua paz.
En este principio se enfatiza el concepto de diálogo, como mediador e
instrumento privilegiado para llevar adelante diferentes argumentos.
En el ámbito escolar, este principio también se practica trabajando en
grupo, resolviendo problemas de la vida escolar, siendo incluso partícipe de la
organización pedagógica, en lo que se refiere a las sugerencias de actividades
para el logro de los aprendizajes.
Aprender a vivir Juntos, es aprender a
vivir con los demás; la educación tiene la misión de enseñar la diversidad
humana y contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la
interdependencia entre todos los seres humanos. No importa la raza, la
nacionalidad, la preferencia política e ideológica, etc. todos podemos vivir
juntos si aprendemos a hacerlo.
El entorno educativo y el salón de
clases constituye una verdadera micro
sociedad en donde el estudiante debe aprender y practicar las normas de
urbanidad y valores que son la base futura como ciudadano.
APRENDER
A DESAPRENDER
La explosión de la información a nivel
mundial, ha traído consigo nuevos esquemas de organización que vienen
acompañados de nuevas necesidades de conocimiento. Este conocimiento implica
hacer las cosas de manera totalmente distinta o contraria a como se hacían
anteriormente en forma habitual. En este caso es necesario aprender a
desaprender primero, antes de pasar a aprender nuevos paradigmas.
Desaprender es la actitud que trata de
deshacerse de todo aquello que impide el desarrollo y evolución personal, por
medio del aprendizaje. Es un proceso de constante de decodificación, descrédito
y desconocimiento de patrones establecidos.
Los educadores somos los primeros
quienes debemos tratar de comprender, entender y practicar este concepto, pues
es imposible enseñar como se hacía antes o aprender como lo hacían nuestros
abuelos. Es un mundo diferente, de constantes y vertiginosos cambios, Es un
mundo donde la información está en diferentes medios y la tecnología crece en forma exponencial. Entonces debemos
desaprender el método de las clases rígidas, estáticas, mecánica,
memorísticas e impositivas.
APRENDER
A REAPRENDER
Este proceso tiene su base en la
capacidad de asombrarse y emocionarse ante la novedad, y de valorar el nuevo
aprendizaje, como necesario, para saber dar respuestas en el contexto en que se
desenvuelve la persona. Implica percibir la necesidad de apropiarse de nuevos
aprendizajes poniendo en juego la motivación y las expectativas del sujeto.
En el proceso de aprender a re-aprender
adquiere relevancia la dimensión personal del sujeto, el auto concepto, la
dimensión de auto conocimiento, autoestima
y auto realización. En este sentido cobra relevancia la frase célebre
“Los analfabetas del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer ni escribir,
sino aquellos que no puedan aprender a desaprender y a reaprender” De Herbert Gerjuoy En: El Shock del Futuro de
Alvin Toffler (1995).
Según Alvin Toffler, el éxito en el
siglo XXI, depende de la capacidad para desarrollar habilidades y conocimientos
que le permitan al individuo interactuar con la velocidad del cambio, la complejidad
y la incertidumbre del mundo actual.
Ante estos grandes retos, el docente
tiene dos únicas alternativas: escudarse en el lesseferismo, dejando pasar la
ola de los cambios, permitiendo que otros lo hagan, o lo que es un deber,
hacerse cargo de la nueva situación que se le presenta e intentar influir en el
futuro de la educación de calidad.
Estos principios educativos, al formar
parte del currículo, contribuyen a formar un individuo integral: autónomo,
reflexivo, pro-activo, responsable de su propio aprendizaje, constructor de
conocimiento y capaz de solucionar en forma óptima los retos que le plantea la
vida.
Finalmente, estos principios educativos
se quedan en lo abstracto, en una aceptación teórica de conocimientos con mucha
dificultad para llevarlos a la práctica pedagógica, de tal manera que, adquiere
relevancia el hecho de que el estudiante se enfrente a actividades de
aprendizaje que le ayuden a poner en juego el razonamiento, la creatividad,
solución de problemas, el hacer conexiones y transferencias efectivas de
comunicación y colaboración. Por otra parte, también el docente debe entrenarse
en el planeamiento de contenidos procedimentales y actitudinales, pues lo
tradicional, es el dominio de la parte conceptual del proceso de enseñanza
aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario